Aun en la oscuridad, saboreo el gusto de la noche anterior. La boca como un zapato. Sabor a tapas, sabor a noche, sabor a amigos, a reencuentro, sabor a whisky, sabor que mata. Resaca. Borrosos los recuerdos de la noche anterior. Me incorporo sobre la cama y a tientas busco las gafas. Subo la persiana y la luz cegadora de un radiante sol de verano llena la habitación por la mañana. Al abrir la ventana parte del 'yo' de la noche anterior se escapa, pero a su vez se renueva el que queda con el aire que entra en la habitación.
Sol, calor.
La sobrina, la abuela, la familia. Conducir el coche comentando con mis padres a quién vi la noche de antes.'¿Y qué coño hacéis hasta las tantas de la mañana?' . Hermana y sobrina discutiendo por ir apretadas atrás. La radio. La carretera. El carril de tierra. Los baches.
Mis primos. Mis tios. La abuela. La casa. Las chinas. Todo está igual. Bueno todo no, la piscina parece más pequeña. Hay más coches que antes. Algunos son nuevos y otros faltan.
Un baño para espabilarse. Comida familiar. Picoteo. Muchas tapas. La tortilla de la abuela. Sus cocretas de pescado. La Fórmula 1 en la tele. Sangría o 'cuerva' para beber. Lanzarle un corcho, una chapa o un hueso de aceituna a alguien. Ponernos al día.

El paseo de las mujeres a media tarde y el cubalibre de los hombres con las cartas. Se echa de menos el sonido del golpe de los nudillos sobre la mesa del abuelo. Una partida de ajedrez. La huerta con papas, tomates, habas, la higuera con higos chumbos.
Las pipas. El cubo como papelera y todos alrededor. Los chistes. Buen ambiente, buena gente.
¿La cena? Tortilla, y sobras del mediodía. Frío. La toalla por encima de los pequeños durmiendo. El cielo. Oscuridad. Las estrellas. Casiopea, los satélites y lo que no son satélites. Cuarto Milenio.
Despedida. Besos, deseos y abrazos. Oscuridad. Cansancio. Polvo y arena en el carril. Luces de colores. El Larguero en la radio con José Ramón de la Morena.
Calor en la piel. Picor en los ojos. Cansancio.
La casa, mi casa. La cama, mi cama.
10 comentarios:
Joder Andrés, vaya poeta que estás hecho... jejeje. Lo que más me ha gustado de tu comentario es lo de luces de colores. ¿A qué te referías? ¿Es feria en Úbeda Ahora? Bueno yo creo que lo sé. Típica juerguecilla chaletera. Un abrazo y que se dé todo bien.
Yusepe
Ay!!! Juanillo. Cuantos recuerdos y deseos. Pero la cosa cambia con el tiempo: tu cama ya no es tu cama, sino una usurpadora q hace q cuando duermas en tu cama eches de menos esa otra cama en la q duermes duariamente. Y tu casa tres cuartos de lo mismo como cambian las cosas. Un beso. La malandrea.
Gracias Yusepe!Las luces forman parte de un edificio que está antes de llegar a La Yedra y próximo al Chalé...jejeje claro que lo sabes!
Malandrea!!Claro que cambia, y aunque me haya dejado cosas en el tintero: el parchís, el 'nombre y apellidos', el 'mardita sá', la máquina del cabucho, etc...Otras más están por venir!!
Siempre nos quedará algún domingo de verano pa volver =)
Vaya!!! Has descrito muy bien tanto tus sensaciones como tus recuerdos, hasta el punto que era como vivirlo, o sinó vivirlo entender la felicidad que estos momentos vividos suponen para ti. Enhorabuena por lo bien escrito!
qué tiempos..sin preoxupaciones, to el dia metida en el agua y ahora casi ni me baño..q cuando te acostabas por la noche parecia q mi cuerpo seguia buceando, el famoso dia q fuimos a la casa de la loca..algunos os acordareis...ahora todo es distinto...y os vereis reflejados en vuestros hijos cuando también vayan a EL CHALET
Mai
Moltes gràcies Caterina! La verdad es que cuando se está fuera, se ven desde otra perspectiva estos momentos =).
Para cuándo una actualización de este blog??? ;-P
Te falto las parrillas con las brasas
12 años despues: Como cambia la cosa, despues de 12 años. Tú cada vez mas lejos, nosotros cada vez mas viejos, el chalé cada vez da mas trabajo. Cada vez menos coches, menos gente, todo libque se vive una vez ya no se vuelve a vivir. Ahora ws mi madre la que tiene la edad de la abuela, nosotros los que nos parecemos a nuestros padres, y nuestros hijos los que llenan la piscina con sus gritos, salpicones y chapoteos. Que nostalgia.
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