miércoles, 12 de enero de 2011

COPENHAGUE

Finales de Julio de 2010.
Después de un verano en el que había estado en un proceso de acumulación de reservas de grasa y nutrientes a base de cervezas, tapas y croquetas caseras de mamá para el frío danés, dos amigos deciden ir a visitarme a Dinamarca. Ellos, que nunca habían salido de España, que nunca habían montado en avión, y sí, ellos, que no hablaban inglés.
Dos meses después, me llamaban por teléfono:
"¡¡Estamos en Dinamarca!!" Disfrutaron como enanos.
Aún no me lo creía cuando los vi bajarse del autobús en la gasolinera a la que los fuimos a buscar, después de haber tenido que hablar con el conductor del autobús para explicarle a dónde iban y dónde se bajaban, fueron uno más. Negociamos bicis, (cómo no), salidas, entradas, viajes, 100 minutos, 10 paredes, esconderse de Stefan... ; formaron parte de unas de las primeras BBQ's en la residencia del Student Village o a la Pyjama's Party del K-Block. Mientras nosotros decíamos: ¡Haber estudiao, estarías de Erasmus!, ellos decían: ¡Haber tenío un amigo que estaba de Erasmus, estarías de Erasmus!

Nos fuimos a Copenhague. Dormíamos en la 14º planta del Dan Hostel. Hans Christian Andersen, la Sirenita, el Canal, Christiania...(no me pondré en plan guía turístico qué ver en Copenhague, porque para eso están los Españoles/Andaluces/Madrileños/etcéteras por el mundo...) De lo mejor sin duda, (a parte de Christiania) el movimiento de gente que había en la ciudad, ya que nos pilló en la época en la que Madrid perdió la candidatura de 2016 de los Juegos Olímpicos. Mucho Japonés, Español, de Chicago y Río de Janeiro. Tuvo lugar la ceremonia final en Copenhague, y no se me olvidará el careto que se nos quedó a todos en la plaza Rådhuspladsen cuando anunciaron que después de ser finalistas, nos quedábamos en eso, en finalistas. Aún así estoy seguro que fueron muchas las familias danesas que nos vieron a través de sus televisores cantar unos camareros, dar unos "muletazos y olés" y dejarnos las gargantas, formando parte de eso que llaman La Furia Roja.
¿Anécdotas?De todas las tallas. Muchísima policía (poca diversión!! dirian algunos ...), prensa internacional, Ana Belén de Onda 6, alguna foto con el Rey "Juanca" y "Sofía" a la salida del Hotel D'Angleterre o por ejemplo salir del hostal y ver pasar al séquito de luces, sirenas, motos y helicópteros y demás del que dijeron que cambiaría el mundo, el del "Yes we can" (que en unos años sonará a No, we couldn't)
Mis amigos se fueron. Me despedí de ellos desde la estación de tren de Copenhague, cerca del Tívoli y los mandé solos otra vez hacia Billund. Como no, el viaje de vuelta sería movidito...
Su vuelo iba desde Dinamarca a España, haciendo escala en Londres. Debido al cambio horario, llegaron con el tiempo justo y cuando llegaron a Londres apenas les dió tiempo para embarcar en el siguiente vuelo hacia España. No les dejaban facturar una maleta que llevaban para los dos. No había tiempo. A modo de terroristas, se enfundaron un pantalón encima del otro, una camiseta encima de la otra, chaquetas, camisas, bufandas y gorros y guantes en los servicios de la terminal del aerouperto de Stansted mientras las personas los miraban asustados. Toallas abandonadas, ropa desaprovechada, botes de colonia medio llenos...
Me imagino la sorpresa de las limpiadoras a la hora de recoger eso, con el tema de los atentados terroristas hoy en día...Finalmente subieron al avión empaquetados y forrados como el muñeco de michelín. Después de una semana de gastos, frío, sufrimiento, pérdidas de objetos, resacas y demás volvían a casa.

Mientras tanto, nosotros volvíamos a Horsens, para prepararnos el gran viaje que haríamos a la semana siguiente...el Autumn Break: Rep. Checa, Polonia y Alemania.

¿Que si mis amigos lo volverían hacer?Con los ojos cerrados me dijeron.

Mereció la pena.

Gracias chavales.

2 comentarios:

angelete dijo...

UN VERDADERO HONOR HABER VIVIDO ESA MARAVILLOSA EXPERIENCIA. INOLVIDABLE. UN ABRAZO

Andres dijo...

Claro que sí Angelete. Gran año! =)