lunes, 20 de junio de 2011

HOLA MADRID

Sigo. Después de este parón, este kit-kat, continúo. La verdad es que he estado bastante ocupado con las últimas entregas del Máster y demás, espero ir poniendo ésto al dia con lo que ha venido pasando en éstos últimos nueve meses. Es curioso. Escribo esta entrada, HOLA MADRID, sabiendo que no me quedan más de 10 días en esta jungla de asfalto, sabiendo que llego tarde, que tengo una hora y medio de camino, (voy en metro) y llego tarde.
Señores, pongamos que hablo de Madrid.

Llegué directamente desde Edimburgo el 21 de Agosto. Había quedado con dos amigos que estudiaron conmigo en Granada para buscar piso para el próximo curso y al día siguiente vendría otro colega que había estado de Erasmus conmigo; seríamos cuatro. Cuando me bajé en Argüelles del metro directamente desde el aeropuerto, me sentía extraño: el ruido, pitidos, los coches, el ir y venir de la gente, el Corte Inglés a mis espaldas, coches circulando por su derecha; de hecho cuando veía las rotondas se me hacía raro no ver a los coches en sentido horario como en UK y parecía que iban a chocar! (Que no te exagero, aunque el efecto se pasó pronto sí, tampoco te engaño). Pasaba de cerca de 500.ooo habitantes a más de 6.000.000; puestecillos mañaneros con el inconfundible olor a churros calientes con chocolate; vendedores de la Once, cantando lo que llevan para el próximo Jueves...; cuando volví, aún no se había aplicado en España la famosa ley Antitabaco, y recuerdo que me llamó bastante la atención poder percibir desde todas las tabernas y bares ese olor característico entremezclado a tabaco y fritanga, ese olor a "Bar Reinols" tan típico que solo se encuentra en nuestra península...
A día de hoy no sé si por no estar permitido fumar en los bares, o por haberme acostumbrado, te digo que no soy capaz de captar ese olor.

Un "Burguer King" para comer me dijeron éstos, (¡Ja!) después de un año fuera, una hamburguesa me iba yo a comer yo...; Los dos mejores bocadillos que me he comido en mi vida. Uno de queso y otro de jamón. Cerveza y por supuesto aceitunas (que no olivas) de tapa. Felicidad que bonito nombre tienes...

Recuerdo ese café en el Starbucks de la calle Princesa, acumulando tickets para tener Internet y poder buscar pisos...
La primera noche la pasamos en un hostal los tres, compartiendo la habitación con un chino poco sociable, y al día siguiente empezamos la búsqueda.
Al día siguiente subía el otro chaval hacia Madrid, y por casualidades de la vida, nos encontramos todos de golpe a la salida del metro (créeme, Madrid no es tan grande, me he encontrado así a varias personas que he conocido a lo largo de este año...)

Nos acoplamos todos en la casa de otra amiga que estuvo de Erasmus y empezamos la búsqueda de piso.

...10 días nos duró la odisea...



No hay comentarios: